Vamos a estudiar la siguiente situación
Dos amigas están hablando por teléfono:
Isabel- Me gustan mucho las pulseras que haces con
cuero. Quiero aprender a hacerlas. Voy a comprar cordón de cuero y necesito
saber cuánto cuero usas en cada pulsera.
Ana- Ahora te lo digo. Voy a poner mi palma sobre uno de
los cordones y te diré cuántas palmas me caben en el cordón. No será exacto
porque tu y yo no tenemos las manos iguales pero no importa porque los cordones
que preparo son siempre mayores de lo que necesito.
Después de unos instantes:
Ana- Ya lo tengo, basta con cuatro palmas.